¿Cuál es el significado del Valle de Acor en la Biblia?

Respuesta



El Valle de Acor, situado al noroeste de Jericó en la frontera norte de la tribu de Judá, es el lugar donde los israelitas ejecutaron a Acán y su casa. Acor significa problema, aflicción o tabú e implica un tipo severo de problema. Para entender cómo el Valle de la Angustia recibió su nombre, recurrimos al libro de Josué y la historia del pecado de Acán.

Después de que Israel obtuvo una gran victoria en la batalla de Jericó, Acán, miembro de la tribu de Judá, desobedeció directamente el mandato del Señor y se quedó con parte del botín de Jericó. Dios había ordenado que todo el botín fuera consagrado al Señor (Josué 6:17–19).



A continuación, Israel luchó contra Hai, una ciudad mucho más débil que Jericó, pero la batalla terminó en una terrible humillación y derrota (Josué 7:2–5). El Señor le reveló a Josué la razón por la que Israel había perdido la batalla: la ira de Dios había sido provocada por el acto de desobediencia de Acán (Josué 7:10–23). Acán, el alborotador de Israel, trajo angustia a toda la nación: Israel ha pecado; han violado mi pacto, que les mandé guardar. Han tomado algunas de las cosas consagradas; han robado, han mentido, los han puesto con sus propios bienes (Versículo 11).



Israel fue culpable ante Dios por el pecado de Acán. Solo una persona había actuado en desobediencia, pero todo Israel fue considerado responsable. ¿Por qué culparía Dios a toda la nación por la transgresión de un hombre? Porque Israel era un solo pueblo en el Señor. Hoy, los hijos de Dios son un cuerpo en Jesucristo. Nos pertenecemos unos a otros, nos necesitamos unos a otros y nuestras acciones se afectan mutuamente (1 Corintios 12:12). El pecado de Acán tuvo un impacto profundo en toda la comunidad, ya que nuestro pecado hoy afecta a todo el cuerpo de Cristo.

El crimen de Acán fue el primer acto de desobediencia registrado después de que Israel cruzó el Jordán, y su muerte fue el primer castigo ordenado por Dios en la nueva tierra. Dios dejó en claro que la corrupción en Su familia es dañina y desastrosa. No toleraría la desobediencia. El pecado tuvo que ser identificado, juzgado y purgado, y el castigo en el Valle de Acor fue severo.



Acán y su familia fueron apedreados y quemados en el valle de Acor: Entonces Josué, junto con todo Israel, tomó a Acán hijo de Zera, la plata, el manto, el lingote de oro, sus hijos e hijas, su ganado, asnos y ovejas, su tienda y todo lo que tenía, al valle de Acor. Josué dijo: ¿Por qué nos has traído este problema? Jehová traerá angustia sobre vosotros hoy. Entonces todo Israel lo apedreó, y después de haber apedreado a los demás, los quemaron. Sobre Acán amontonaron un gran montón de rocas, que permanece hasta el día de hoy. Entonces el SEÑOR se apartó del ardor de su ira. Por lo tanto, ese lugar ha sido llamado el Valle de Acor desde entonces (Josué 7:24–26).

Una vez que el pecado de Acán hubo sido tratado, el Señor se apartó de Su ira y el pueblo fue restaurado a Su favor. Más tarde, el Valle de Acor, el escenario de la angustia de Israel, es llamado una puerta de esperanza para la futura nación restaurada: Allí le devolveré sus viñas, y haré del Valle de Acor una puerta de esperanza. Allí responderá como en los días de su juventud, como en el día que subió de Egipto (Oseas 2:15).

Cuando se restaura la comunión con el Señor, hay esperanza para el futuro. Los problemas del pasado se revierten y se reemplazan con bendiciones: Sarón será pasto de ovejas, y el valle de Acor, lugar de descanso para vacas, para mi pueblo que me busca (Isaías 65:10).